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Parador de Jaén, un castillo renovado

El Parador de Jaén, ubicado en el Castillo de Santa Catalina, abrió sus puertas el 1º de marzo. Se han invertido más de 4 millones de euros en mejorar y redecorar el establecimiento, cerrado para su reforma desde noviembre de 2018.

La vuelta a la actividad del establecimiento ha generado una gran expectación. La previsión de ocupación supera el 90% durante la primera semana de funcionamiento. La oferta de lanzamiento, vigente hasta el 31 de agosto, es de 115 euros en habitación doble con desayuno incluido.

 Castillo modernizado

Las obras del Parador de Jaén comenzaron en noviembre de 2018 y han finalizado en enero de este año. Debido a su ubicación en el Castillo de Santa Catalina, varias actuaciones llevadas a cabo se han centrado en la mejora de la accesibilidad del edificio. Para ello se ha instalado un nuevo ascensor y se han renovado completamente los aseos públicos para hacerlos accesibles a personas con movilidad reducida. En las 45 habitaciones se ha cambiado toda la carpintería y se han reformado los baños. También se han renovado todas las instalaciones, las cubiertas del parador y la cocina, que cuenta ahora con las dotaciones más modernas.

Decoración con guiños andaluces

En cuanto a la decoración, se centró en la arquitectura del parador, donde se han resaltado la piedra, los arcos y las entradas de luz para que el visitante pueda percibirlo de mejor manera. Para conseguirlo los materiales y los tonos utilizados en textiles y maderas trasmiten el sosiego que busca todo aquel que se aloje en un parador. Se ha buscado un interiorismo atemporal con guiños a la tradición y artesanía andaluza.

Además, el equipo de Paradores ha recuperado y restaurado muebles, luminarias y elementos decorativos actualizando sus acabados y aspecto para que encajen en la nueva decoración del parador.

El renovado establecimiento acogerá también varias piezas de la colección artística de Paradores: una talla hispano – flamenca, datada en el último tercio del siglo XV, y otra que representa a Santa Catalina de Alejandría, copatrona de la ciudad de Jaén, que da nombre al parador. Además, en las paredes del establecimiento colgará, de nuevo, un curioso bordado del siglo XVI de exquisita factura, tejido con seda y oro, de especial singularidad por estar realizado sobre tela de saco. También se expondrá un tapiz flamenco del siglo XVII, que representa una escena de la historia del Rey David, y otro tapiz de excepcional calidad realizado por la Real Fábrica de Tapices, que representa la expedición de Bruto a Aquitania.

Atractivos sabores 

La apuesta gastronómica del Parador de Jaén gira en torno a su territorio. El producto local, de kilómetro cero, centra su carta con un protagonista indiscutible: el aceite de oliva virgen extra que emana de esta tierra.

El equipo de cocina de Juan Mora, chef del parador, ha preparado una carta donde los platos reflejan la cultura y la tradición culinaria de esta zona de España: hoyo aceitunero, ajilimójili, pipirrana con perdiz escabechada, croquetas de aceituna picual, papajotes con miel de Andújar, crema de carruecano, ochíos con morcilla de caldera y naranja o buñuelos de batata, todo ello acompañado de regañás de Andújar y regado con vinos con D.O. de la zona.

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