Los originales sabores de Monterrey regresan a la Ciudad de México. Luego de casi tres meses de estar trabajando sólo en pedidos para recoger en sucursal, debido a la contingencia sanitaria a nivel mundial. Desde este 1o de julio, su director Bruno Aviña Jr. «levantó la cortina» y dio la bienvenida a gran número de comensales que ya esperaban asistir al mejor lugar de comida regiomontana en la Ciudad de México.
«Estamos atendiendo todos y cada uno de los protocolos de sanidad que nos piden las autoridades, para que los comensales se sientan seguros y puedan disfrutar sus alimentos; estamos operando al 40% de la capacidad, gracias a que contamos con una amplia terraza que nos permite ventilación y colocar las mesas a ‘sana distancia’; tenemos tapetes sanitizantes en la entrada, y gel desinfectante en las mesas; es parte de la ‘nueva normalidad’, así que invitamos a quienes ya nos conocen y a quienes quieran conocernos, a que vengan a comer en este ambiente familiar que siempre ha caracterizado Casa Regia», comentó Bruno Aviña Jr.
A decir de la prensa de gastronomía que ha dedicado infinidad de reseñas sobre el lugar, Casa Regia, más que un restaurante, es un constante homenaje a la comida de Monterrey… en la Ciudad de México.
Inaugurada hace 13 años con su primera sede en Polanco, donde cautivó durante más de una década los paladares más exigentes con sus cortes, su cabrito al mejor estilo regio, su atropellado de machaca, sus agujas norteñas, sus chiles del monte, sus frijoles con «veneno», su asado de puerco, su puchero de res y otras creaciones del chef Gerardo Guajardo Garza “El Güero” (de China, Nuevo León) y las aportaciones de su dueño, Bruno Aviña padre quien, por razones ajenas, tuvo que mudar el original a Rodolfo Gaona 3, en la Plaza Diamante Toreo.
«Nos gustaba mucho aquella primera Casa Regia pero, bueno, en esta ocasión pudimos diseñar de cero el lugar, dándole espacio al bar, a dos salones, y a la cocina, que todos los comensales pueden ver a través de la enorme ventana que divide, y agregamos un escenario donde siempre hay algún cantante talentoso deleitando al comensal», relata Bruno, quien ha aportado sus creaciones muy especiales a la vasta carta que lo mismo incluye «los tacos del patrón», «el atropellado del patrón» y algunas más sofisticadas, como los «machitos especiales» en molcajete.
«Es eso, un homenaje a la auténtica comida regia, que no hay en toda la Ciudad de México; hay lugares de cabrito, sí, pero del tipo español; éste, el nuestro, es al pastor, como se prepara en todo Nuevo León».
Curiosamente, Bruno Aviña no es regiomontano.
«No, pero como si lo fuera. Tengo otros negocios, y mi sede está en Monterrey, y entre semana despacho allá, y fines de semana me gusta estar aquí, en Casa Regia».
Casa Regia tiene su propio escenario, donde viernes, sábados y domingos, lo mismo canta Daniel Riolobos que Manuel Adrián, o se echa el palomazo Martín Urieta o Rodrigo de la Cadena, amigos y clientes asiduos de este lugar. «Cabe señalar que, por el momento y hasta que no haya otras indicaciones, los shows musicales quedan suspendidos hasta nuevo aviso de las autoridades sanitarias», comentó el director.
Pero la carta regia no sólo se queda ahí; también se ofrecen mariscos, pescados, con un toque de la casa, taquitos de lechón, de chicharrón y, no debe olvidarse, hay postre regio: «conservas», trozos de naranja y calabaza caramelizadas y acompañadas de queso fresco y una bola de helado de vainilla.
Y si a todo eso le sumamos que venden cerveza Carta Blanca, la experiencia en Casa Regia es total y absolutamente norteña. «Insisto: no hay un lugar así en toda la Ciudad de México», dice orgulloso Bruno Aviña.