Cualquier momento del año es bueno para visitar Cantabria. Lujo, desconexión y, sobre todo, naturaleza. Este hotel anticuario ofrece mucho más de lo que te imaginas a primera vista.
En el tranquilo y bucólico paisaje de los Valles Pasiegos de Puente Viesgo (Cantabria), se alza imponente el Palacio Boutique Antique de la Helguera de Relais Chateaux. Una elegante construcción que data del siglo XVII y se encuentra ubicada en un entorno privilegiado, digno de los espíritus más sibaritas.
Esta antigua casona cántabra es el destino perfecto para disfrutar de la buena gastronomía, un patrimonio histórico artístico de más de 30.000 años de antigüedad y toda la desconexión que nos ofrece el hermoso y verde campo de Cantabria.
Un relato de grandeza lleno de historia y leyendas
Originalmente este majestuoso palacio, fue construido para servir de retiro al que fuera mano derecha del Virrey de Perú, el Conde de Santana, perteneciente a uno de los linajes montañeses más ilustres de Puente Viesgo, la familia Ceballos. Un sinfín de misterios y leyendas han rodeado la vida de numerosos miembros de esta aristocrática familia local del medievo cántabro que hizo nombre y fortuna en el nuevo continente.
Trasládate a otro tiempo
Sus cuatro fachadas son de sillería y sus actuales propietarios han decidido preservar elementos originales como; los suelos de madera de roble y olmo, los techos con artesonado, la gran escalinata de piedra en donde todavía se puede entrever el escudo de la familia Ceballos y la gran arcada de tres arcos en la entrada principal que brinda la bienvenida a aquellos viajeros que se aventuran a descubrir este lugar único lleno de encanto y magia.
Pero el Palacio La Helguera no es solo la historia de un palacio del siglo XVII. También es la historia de un interiorismo inusual, con muebles traídos de anticuarios de todo el mundo, vajillas de colección, tejidos de lino, terciopelos de seda, y cuadros de época. En este hotel anticuario todas las antigüedades están a la venta para permitir que sus huéspedes adquieran todo aquello de lo que se enamoren.
Gracias al trabajo incansable de una de las mejores interioristas y decoradoras de nuestro país, Malales Martínez Canut, cada pieza adquirida en diferentes rincones del mundo se ha fusionado con la historia del edificio y algunos de los personajes que pasaron por él, enfatizando el opulento ambiente palaciego de la Vieja Europa de hace más de 400 años.
Habitaciones dignas de un rey
Virreina de España, Barón de Puerto Rico, Conde de Gomera o Conde de las Torres son tan solo algunos de los nombres de las 11 habitaciones de este palacio. Todas están inspiradas en ilustres personajes que tuvieron un vínculo con la familia original del palacio y la familia de sus actuales dueños, como la habitación de Sir Arthur Wellesey, Duque de Wellington, quien salvó la vida al regente Gabriel Ciscar cuando Fernando VII, a su vuelta a España, lo condenó a muerte. Además, no falta el más mínimo detalle. Camas con dosel, chimeneas de hierro forjado y unas imponentes vistas a las exuberantes colinas de los valles pasiegos colindantes.
Una cocina irreverente de proximidad
El restaurante Trastámara ofrece un maridaje sincronizado entre lo mejor del diseño y la gastronomía de altura. Destacan sus vajillas traídas de los 5 continentes, su chimenea del siglo XVII y las paredes enteladas. Trastámara sobresale en la región por ofrecer a sus comensales una gastronomía rompedora con claras influencias latinoamericanas. Dirigido por el chef de origen peruano Renzo Orbegoso Hinojosa, este santuario culinario destaca por elevar y convertir en arte las recetas cántabras que se inspiran en la cocina criolla. Desde sus exquisitos aperitivos a base de yuca o las deliciosas anchoas en mantequilla, hasta los guiños culinarios al periodo colonial de máximo esplendor como el solomillo Virrey de Perú. Toda la carta en sí es muy recomendable.
Desconexión, bienestar y naturaleza
Se habla mucho del turismo experiencial, y en este sentido, el palacio ofrece a sus huéspedes la oportunidad de convertirse en los protagonistas de una experiencia sensorial en medio de un edén de tranquilidad. Es fácil dejarse llevar por la personalidad de la decoración y sumergirse en el ambiente único del lugar. Además, se puede disfrutar de las bondades una piscina infinita diseñada para todas las estaciones, un hidromasaje con vistas al valle, un gimnasio completo en plena naturaleza y un buen masaje en cualquiera de las cabinas del palacio o al aire libre, mientras se contempla y se disfruta de toda la belleza y el hedonismo del campo cántabro.
Más Información Gustavo Egusquiza Teléfono: 674959421 Email: gustavoegusquizaprensa@gmail.com