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Alaska Airlines anuncia triunfo de la aviación sustentable

El volar de una manera sustentable reduciendo la huella de carbón ha sido una búsqueda constante de Alaska Airlines y Horizon Air, por lo cual han implementado el uso de combustible de avión sustentable (SAF por sus siglas en inglés).

Con este compromiso en mente y con la convicción de la importancia de la sostenibilidad para el presente y el futuro de la empresa, la aerolínea anunció el inicio de un acuerdo de compra de cuatro años con el productor de combustible renovable, Neste.

La asociación entre estas dos empresas comprometidas con el medio ambiente y con el futuro, empezó hace dos años pasando por un periodo de desarrollo y pruebas de SAF. Hoy en día está demostrada la viabilidad a nivel producción y comercial del combustible.

Este acuerdo avisora por primera vez que la aerolínea tendrá suministro de SAF para todos sus vuelos.

“Este es un importante hito para Alaska Airlines,” dijo Marianne Csaky, directora de asuntos ambientales, “hemos pasado de vuelos de prueba para mostrar que el combustible era seguro y demandado, a operar con este de manera regular, ya no hay más que esperar, aquí estamos”.

Las operaciones con SAF iniciarán en la ciudad de San Francisco pues, desde 2018 la ciudad emprendió un estudio de viabilidad de uso de combustible de bajo impacto ambiental donde tanto Neste como Alaska Airlines participaron.

Este combustible es además benéfico para las aeronaves, se procesa de manera mucho más limpia para sus motores y reduce partículas de sulfuro.

El medio ambiente lo agradece

Durante el ciclo de uso, el combustible de aviación sustentable elaborado por Neste, podría disminuir la huella de carbón hasta en un ochenta por ciento en comparación al combustible convencional y se espera que en el Aeropuerto de San Francisco, se pueda distribuir combustible para habilitar el equivalente de 1,200 vuelos comerciales de carbono neutral entre San Francisco y Nueva York.

SAF está hecho de desperdicios como grasa animal y vegetal y aceite de cocina usado y es elaborado en las instalaciones de Neste en Finlandia y completado en Estados Unidos, donde la compañía trabaja con un socio local para las etapas finales de procesamiento y tests de calidad.

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