Columna Ciudad Abierta
Por Gustavo Armenta
Hace unos cuantos días, María Elena Lezama Espinosa, ex presidenta municipal de Benito Juárez (Cancún), tomó posesión como gobernadora de Quintana Roo, el estado más turístico de todo el país. Su llegada al Poder Ejecutivo de esta entidad conlleva varias cosas inéditas a nivel local: es la primera mujer en ocupar el cargo; es la primera vez que Morena gobernará en esas tierras; y también es la primera ocasión en que la alternancia en el poder se mantiene, pero no regresando al partido político que ya había gobernado, sino hacia un tercero.
Históricamente, Quintana Roo siempre fue gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Hay que recordar que durante muchos años ni siquiera fue un estado, sino un territorio. Fue hasta la década de los 70 del siglo pasado que se le dio el estatus de “estado”, siendo Jesús Martínez Ross su primer gobernador en 1975. Con apenas 31 años de edad, le siguió Pedro Joaquín Coldwell, político que supo mantenerse vigente todavía hasta el sexenio pasado, el de Enrique Peña Nieto.
El tercero fue Miguel Borge Martín; el cuarto, Mario Villanueva Madrid, quien luego sería perseguido y encarcelado acusado de nexos con el narcotráfico; el quinto, Joaquín Hendricks Díaz; y el sexto, Félix González Canto.
Cuando el mandato de González Canto se acercaba a su fin, Carlos Joaquín González, medio hermano del exgobernador Pedro Joaquín Coldwell, buscó ser el candidato del PRI a la gubernatura, ya que era una figura pública conocida en la entidad: había sido alcalde de Solidaridad y diputado federal, pero el gobernador tenía otros planes, había decidido que su sucesor sería Roberto Borge Angulo, sobrino del exgobernador Miguel Borge Martín. Carlos Joaquín se rebeló, pero al final aceptó una subsecretaría en la Secretaría de Turismo federal, con la promesa de que él sería el candidato seis años después. Pero eso no sucedió.
Cuando llegaron los tiempos de elegir al sucesor de Borge Angulo, quien realizó un gobierno desastroso y necesitaba dejar a alguien que le cuidara las espaldas, éste impuso a su propio delfín como candidato del PRI y entonces sí Carlos Joaquín se rebeló en serio y ya no hubo manera de negociar con él. Abandonó las filas del PRI y aceptó la postulación por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD), apoyado también por el Partido Acción Nacional (PAN). ¡Y ganó las elecciones! Fue la primera alternancia que se dio en la entidad.
Sin nadie que lo protegiera, Borge Angulo huyó del país, pero fue detenido en Panamá y regresado a México. Hasta el momento se encuentra en la cárcel, acusado de enriquecimiento ilícito.
Al terminar hace una semana su mandato, Carlos Joaquín fue nombrado embajador de México en Canadá, por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Así que ahora representará los colores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ante el gobierno canadiense.
Desde el pasado domingo 25 de septiembre, Mara Lezama es la nueva gobernadora y novena persona en ocupar el cargo. De profesión periodista, recibe un estado rico en generación de divisas, pero también en problemas de diversa índole, entre los que destacan dos: la inseguridad y violencia generadas por el narcotráfico y el crimen organizado que se dedica a cobrar “derecho de piso” a todo tipo de negocios, y la desigualdad social que viven los miles de mujeres y hombres que laboran en la industria turística. Hoy, la expectativa está puesta en esta mujer que está obligada no sólo a mantener a Quintana Roo como la piedra angular de la industria turística mexicana, sino también a ampliar los canales que lleven a que la riqueza que genera esta actividad permee a la base de la pirámide.