Columna: Ciudad Abierta
Por Gustavo Armenta
Apenas la semana pasada escribimos en este espacio sobre cómo en los últimos años el Puerto de Acapulco se ha convertido en rehén y víctima del crimen organizado, sin que en los últimos 17 años haya habido autoridad municipal o estatal que logre combatir con buenos resultados esta situación.
Esta escalada de violencia y extorsiones que ha ido en aumento durante más de tres lustros, registró hace poco más de un año uno de sus puntos más mediáticos cuando a finales de septiembre de 2021 varios criminales ingresaron a la legendaria discoteca Baby´O, que abrió sus puertas en la década de los 70 del siglo pasado, para rociarla con gasolina y prenderle fuego, destruyéndola por completo.
Este atentado se dio en plena pandemia del Covid-19, por lo que el antro fue quemado sin que hubiera clientes ni empleados en su interior, ya que se encontraba cerrado de tiempo atrás por las medidas sanitarias que ordenaron las autoridades.
Por fortuna, en medio de este desastre que ahoga a este destinos turístico de Guerrero, hoy hay una buena noticia, ya que, más rápido de lo que nos hubiéramos imaginado, la semana pasada fue reabierto, después de una reconstrucción de escasos trece meses, cuando muchos apostaban a que ya no volvería a funcionar.
Después de que el antro fue quemado, poca o ninguna información le siguió, más allá de si algún día volvería a abrir o si ya nunca más. Ninguno de los socios del Baby´O, encabezados por el empresario Eduardo Césarman, dio a conocer a cuánto ascendieron las pérdidas, ni tampoco el monto de la inversión para reconstruirlo, lo cual están en su derecho. Pero, si bien la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, estuvo presente en la reapertura, nunca ha informado sobre las investigaciones que, debemos suponer, se llevaron a cabo o están en curso, para detener a los culpables del incendio.
Sobre todo porque López Rodríguez llegó al cargo unos cuantos días después de realizado el atentado contra el lugar. La noche de la reinauguración subió a las redes sociales un video de felicitación grabado dentro del antro y el siguiente texto: “Celebro la reapertura de la discoteca Baby´O. La historia de Acapulco se ha escrito por cientos, miles de manos trabajadoras y la vida nocturna del puerto ha sido también fuente de empleo para muchos y promotora de la ciudad al exterior.
“Le deseo lo mejor a los dueños de este sitio, les agradezco su amor por esta ciudad que es el hogar que compartimos y conmigo tienen las puertas abiertas todas y todos los que compartan el objetivo de levantar Acapulco”.
Eso está muy bien, reconocer el esfuerzo de los empresarios y desearles éxito. Pero también sería muy sano saber que, gracias al trabajo de las autoridades locales, se logró identificar a quienes incendiaron el sitio, el nombre del autor intelectual, los motivos que lo llevaron a ordenar a sus sicarios una acción de esta naturaleza y, sobre todo, saber un día que están detenidos y en la cárcel.
Como lo recordamos la semana pasada en esta Ciudad Abierta, las cámaras del interior de la discoteca registraron cómo tres hombres realizaron la quemazón. Cualquiera puede ver el video en YouTube. Y la trama de este acto delictivo pareciera ser la clásica historia de cobro de derecho de piso en la que los dueños se negaron a pagar la extorsión. Sin embargo, los propietarios del lugar negaron que hubieran tratado de ser extorsionados y afirmaron que nunca recibieron alguna amenaza al respecto. Pudiera ser que hayan dicho la verdad, pudiera ser que simplemente ya no quisieron tener más problemas. Pero si en realidad no se trató de la venganza por el intento frustrado del cobro de derecho de piso, que abunda en Acapulco, entonces hasta el momento ni siquiera se conoce el móvil del delito, mucho menos pensar que la impunidad no se repetirá una vez más en este puerto Guerrerense.