La construcción de la carretera que conectará Oaxaca con Puerto Escondido ha sido un proyecto que ha enfrentado una serie de desafíos a lo largo de los años. A pesar de la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de inaugurarla durante su sexenio, la conclusión de esta vía sigue siendo incierta.
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Conflicto agrario entorpecedor
Uno de los obstáculos más significativos para la culminación de la carretera Oaxaca-Puerto Escondido es el prolongado conflicto agrario entre las comunidades de Sola de Vega y San Vicente Coatlán. Este conflicto se originó hace más de 47 años debido a la disputa por 19,600 hectáreas de tierra.
A lo largo de este tiempo, se han registrado 28 muertes y 24 heridos en San Vicente Coatlán como resultado de los enfrentamientos relacionados con el conflicto. Además, la zona ha sufrido «violencia sistematizada» y frecuentes incendios forestales, lo que ha exacerbado las tensiones.
Cambios de contratistas
Otro obstáculo en el camino de la carretera Oaxaca-Puerto Escondido ha sido la sucesión de contratistas. La empresa inicialmente responsable, Omega, abandonó el proyecto debido a incompatibilidades en ejecución y costos. Este cambio prolongó aún más la fecha de finalización. La empresa ICA tomó las riendas, pero la transición no estuvo libre de complicaciones y retrasos.
El camino por recorrer
A pesar de los obstáculos, el presidente López Obrador ha expresado su confianza en que la carretera se inaugurará antes del final de su mandato en 2024. Aunque el proyecto ha avanzado en términos de construcción, aún queda un 30% por completar, según las últimas estimaciones. La incertidumbre persiste sobre si los problemas agrarios se resolverán a tiempo y si los contratistas actuales cumplirán con los plazos.
El proyecto de la carretera Oaxaca-Puerto Escondido ha sido una travesía llena de dificultades. A pesar de las expectativas iniciales y los esfuerzos del gobierno, la conclusión de esta vía sigue siendo incierta. Los conflictos agrarios y los cambios de contratistas han ralentizado su progreso.
Si bien el presidente López Obrador mantiene la esperanza de que se inaugurará antes de que finalice su mandato, queda un camino significativo por recorrer para lograrlo. La carretera sigue siendo un símbolo de los desafíos persistentes que enfrenta la infraestructura en México. Además, el prolongado conflicto agrario entre San Vicente Coatlán y Villa Sola de Vega añade una capa adicional de complejidad a este proyecto, ya de por sí complicado.
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