A un año de declarada la pandemia de Covid-19, la industria turística continúa estirando sus precios con agresivas promociones que van del 4 por el precio de 1, hasta descuentos del 60 por ciento boletos de avión y eliminación de tarifas de cambios y cancelaciones, entre otras, para incentivar la compra tanto en el mercado nacional como internacional.
Aunque el negocio se ha mantenido a flote, los ingresos por turistas internacionales han tenido su peor caída histórica, al mostrar una disminución del 55.1 por ciento al pasar de 24.6 mil millones de dólares en 2019 a 11 mil millón de dólares en 2020, de acuerdo con el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (CICOTUR).
Durante el primer mes de 2021 las cosas no han mejorado mucho, los registros más recientes reportados por el INEGI, señalan que la derrama económica que dejan los turistas internacionales registró una contracción del 59.1 por ciento, respecto a enero de 2020, al ubicarse en 934.1 millones de dólares.
El turismo de internación que llega por vía aérea dejó un ingreso de 716.7 millones de dólares en enero de este año, lo que representa una caída del 61.9 por ciento, respecto a el mismo mes de 2020. Y los turistas de internación que llegan por vía terrestre, generaron un gasto de 51.7 millones de dólares, lo que representa una reducción de 37.1 por ciento, con respecto a enero de 2020.
Lo que trae una ligera esperanza son los resultados del gasto medio por persona. Aunque en términos generales el turismo de internación trae una caída en enero de 2021 del gasto medio del 2.2 por ciento, respecto al mismo mes del año pasado, se ve una ligera recuperación de 2.3 por ciento en el gasto por persona del turismo de internación que llega por vía aérea, al pasar de mil 30 a mil 53 dólares; y en el caso de turismo de internación por vía terrestre del 1.6 por ciento, de 357 a 363 dólares.
Los números abruman pero nos dan una idea clara de dónde estamos parados, y cómo podrían ser las tendencias para los siguientes meses si la situación no varía, para bien o para mal.
Sin duda, el proceso de vacunación en países emisores de turistas para México podría dar un giro a nuestro favor, sin embargo, si la imposición de un pasaporte de vacunación avanza, nos dejaría en un franco rezago, ante el retraso en la llegada de vacunas a territorio nacional.
El Gobierno de la 4T, a través de la Secretaría de Hacienda ha prometido que en agosto de 2021 habrá entre 60 a 80 millones de vacunados, eso sería vacunar a por lo menos 10 millones de personas por mes, y hasta el cierre de la semana pasada llevamos 4 millones 404 mil 608 dosis ¿adivine qué? Eso ni en sueños sería posible.
Y sin vacunas, las olas de rebotes en nuestro país seguirán subiendo y bajando; ya veremos cuál será el resultado de la llegada da vacacionistas a destinos de playa en Semana Santa y Semana de Pascual, que a simple vista es una bocanada de aire fresco, pero la irresponsabilidad de muchos podría generar un desastre para todos, y solo dele una vista a las fotos en diversas páginas de internet, en donde la sana distancia y el cubre bocas tristemente han quedado en el olvido.
Por último, le dejo una reflexión del CICOTUR que deberíamos de tomar en cuenta para futuros planes, en donde señala que dadas las relaciones entre los indicadores de consumo privado, consumo de servicios y la demanda de turismo que se observan durante la crisis, llevan a pensar que la recuperación del turismo internacional hacia México tendrá que espera hasta después de 2022. Y eso si bien nos va.