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Tren Maya: entre la promesa del turismo y las críticas a la sostenibilidad

Imagen: Paul Zinken/dpa/picture alliance y Gobierno de México
Imagen: Paul Zinken/dpa/picture alliance y Gobierno de México

El auge de la sostenibilidad en el turismo en la era moderna, los turistas han adoptado una tendencia en alza: la búsqueda de opciones sustentables para sus viajes.

Por Travel Times +

Conscientes del impacto ambiental y social de sus decisiones, los viajeros buscan destinos y alojamientos que demuestran un firme compromiso con la preservación del medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales.

En este contexto, las certificaciones reconocidas, eco etiquetas y sellos de turismo sostenible son cada vez más valorados como garantía de prácticas responsables.

Esta búsqueda por el turismo sustentable se traduce en una experiencia enriquecedora, donde los turistas pueden disfrutar de lugares fascinantes mientras contribuyen activamente a la protección del entorno.

Sin embargo, la preocupación por la sostenibilidad va más allá de las elecciones de los turistas, como lo demuestran las recientes protestas en Alemania en relación con el megaproyecto del Tren Maya en México.

Varios desconocidos realizaron un acto vandálico en una oficina de Deutsche Bahn en Berlín, vinculando la compañía ferroviaria alemana con la controvertida construcción del tren en México.

Vecinos de la zona informaron sobre un fuerte estruendo que ocurrió temprano en la mañana, dejando vidrios rotos e incendiando dos autos en el estacionamiento de la empresa.

La policía sospecha que se trató de un acto político, y el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, creado por la Alianza Global por los Derechos de La Naturaleza (GARN por sus siglas en inglés) ha determinado que el Tren Maya viola los derechos de la naturaleza y de la comunidad maya, siendo calificado como un ecocidio y un etnocidio.

¿Tren Maya: un futuro utilitario o cuestionable?

Ante el contexto de protestas y controversias en torno al Tren Maya, surge la incógnita de si realmente el proyecto tendrá una utilidad a futuro.

El Tren Maya, con sus 1,554 kilómetros de vía, está planificado para funcionar como un medio de transporte turístico, de carga y para pasajeros locales en los estados del sureste de México.

Aunque podría ser una oportunidad para explorar una región rica en biodiversidad y patrimonio cultural, su viabilidad a largo plazo dependerá de cómo el proyecto aborde sus impactos negativos en el medio ambiente y las comunidades locales.

La controversia y la oposición a este megaproyecto plantean dudas sobre si realmente será aceptado y utilizado ampliamente por los turistas, especialmente aquellos que valoran la sostenibilidad en sus decisiones de viaje.

La tendencia del turista moderno a buscar opciones sustentables es innegable, sin embargo, el megaproyecto del Tren Maya en México ha generado polémica y cuestionamientos sobre su impacto ambiental y social.

Si bien el tren podría ofrecer una experiencia única para los viajeros, su futuro utilitario y aceptación dependerá de cómo se aborden y resuelvan los problemas que han suscitado preocupación y controversia.

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