Es curioso cuando los políticos y las figuras de poder de la cuarta transformación hablan de una pronta recuperación del empleo -incluyendo de la industria turística-, como si con solo decirlo ocurriera, principalmente porque no fueron capaces de gestionar y otorgar apoyos o subsidios federales o locales a empresas y a sus trabajadores.
Aún cuando los turistas regresen a playas, ciudades o Pueblos Mágicos, la reapertura de un negocio turístico no consiste en solo abrir la cortina de un local, si no que cada uno de los eslabones de la cadena productiva requiere de un fuerte capital de trabajo para operar, el cual hoy en día no existe, así que hablar de reincorporar a trabajadores es una historia muy lejana.
Para dimensionar la situación, de los 650 mil empleos formales perdidos interanuales a nivel nacional que registró el Instituto Mexicano del Seguro Social, la mitad pertenecen a la industria turística.
Solo la hotelería perdió 110 mil empleos de acuerdo con cifras de Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac del Norte, estamos hablando de mano de obra calificada y bien pagada, en la cual se invirtieron horas de capacitación.
A estas alturas, a un año de iniciado el confinamiento en México, ya se terminaron las vacaciones anticipadas y los días solidarios, las familias han resistido ver sus salarios recordados al 30 o 50 por ciento, no se les puede pedir más a las empresas y a los empleados, si no que se merecen acciones claras y contundentes.
Es por eso que a este nivel, la acción del estado es fundamental, si no en apoyos al menos en el control de la pandemia vía la vacunación masiva, lo cual hemos insistido reiteradamente en este espacio.
Aunque nos de entre gusto y pavor, ver una Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México saturado, el periodo vacacional de Semana Santa y Semana de Pascua, no será ni la sobra de años pasado y lo que se arriesga es demasiado, por lo que nuestra meta deberá ser hacer todo lo posible para rescatar el verano, y sin arriesgarnos a otra ola de contagios.
En otros países se han hecho esfuerzos extraordinarios, incluso después de inmunizar a su población de la tercera edad, darán prioridad al trabajador turístico, como anunció recientemente el gobierno de Turquía y República Dominicana, en donde el objetivo es normalizar la actividad antes que sus destinos competidores.
Turquía tiene 1.1 millones de trabajadores turísticos y en 2020 los ingresos que generaba el sector cayeron 65.1 por ciento respecto al año anterior, por lo que ven prioritario rescatar a su sector. Y República Dominicana, tiene el propósito de ofrecer un destino seguro a sus visitantes, por lo que están estudiando la logística y entablando pláticas con los hoteles para montar centros de vacunación, al día de hoy han montado equipos en el Aeropuerto Internacional de Punta Cana para vacunar a mayores de 60 años, educadores y personal de salud.
En México, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesino se pronunció porque el personal turístico sea considerado como prioritario en el plan de vacunación, después de los adultos mayores. Y gremios como la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres ha dicho que ellos podrían invertir en un lote de 500 mil vacunas Sputnik V y así avanzar en el proceso de inmunización.
Sin embargo, los empresarios se han topado una y otra vez con oídos sordos, por lo que la estrategia del gobierno de México seguirá siendo la vacunación por grupo de edad, sin que permita a los privados la compra de vacunas por su cuenta. Ni picha ni cacha ni deja batear, y mientras tanto los demás países listos para recibir al turismo que sin querer queriendo dejaremos ir.