Hay dos temas estructurales que el gobierno de la 4T y los gobiernos estatales no acaban de resolver en el país, y que están enrareciendo aún más el ambiente en los destinos turísticos que combaten los estragos del Covid-19, se trata de la inseguridad y la llegada de sargazo a las playas del Caribe mexicano.
Mientras continua el proceso de vacunación y el control del Covid-19, el gobierno mexicano recibió una noticia nada agradable, y es que el gobierno de los Estados Unidos actualizó su alerta de viaje a nivel 4, con un aviso contundente a sus ciudadanos: “No viaje a México por Covid-19. Actúe con mayor cautela en México debido a la delincuencia y el secuestro”.
Por un lado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus síglas en inglés) emitieron un aviso de salud para viajes en general a México por un nivel “muy alto” de contagios en el país por Covid-19; y por otro lado, el Departamento de Estado señaló que muchas entidades mexicanas han registrado una alza en la comisión de delitos altamente peligrosos.
En el estatus de “No Viaje” están los estados de Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas. Y en los estados que pide el gobierno de Estados Unidos “Considerar No Viajar” están Chihuahua, Coahuila, Durango, Jalisco, Estado de México, Morelos, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas.
Lo delicado es que el gobierno estadounidense precisa a qué destinos turísticos ir o no.
Ya en específico, No Recomienda Viajar a destinos turísticos como Tecomán y Manzanillo, Colima; Taxco, Acapulco e Ixtapa, Guerrero; y Mazatlán, Sinaloa. En el caso de Chichen Itzá, Uxmal, Mérida y Valladolid en Yucatán; Monte Albán, Puerto Escondido y Huatulco, Oaxaca; Puerto Vallarta, Jalisco; Los Cabos y La Paz, Baja California Sur, pide viajar con mayor precaución.
Señala que Cancún, Cozumel, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Tulum y la Riviera Maya, Quintana Roo no hay restricciones de viaje, pero advierte que la visita a esos lugares debe ser más cautelosa debido a la actividad criminal y la violencia, incluido el homicidio “derivado de la batalla territorial entre grupos criminales violentos en áreas que frecuentan los estadounidenses, y que ha tenido como resultado transeúntes heridos o muertos en incidentes con disparos”. Así con esas mismas palabras lo señala.
Esto encendío las alarmas de hoteleros y organizadores de congresos y convenciones, que se encuentran en un momento crítico tratando de reestablecer sus negocios sobre todo hacia futuro, y que este tipo de noticias no ayudan en nada a atraer a grupos de turistas estadounidenses.
Aquí, más que realizar una campaña que mejore la imagen del país y sus destinos, lo que urge es que la 4T ponga todo el poder del estado en el cumplimiento de la Ley, ya que aunque existan grandes espectaculares mostrando la belleza mexicana, no se puede tapar con un dedo, las notas que aparecen a diario en los medios sobre los asesinatos y el avance del crimen organizado llamese huachicoleros, narcotraficantes, tratante de blancas, extorsionadores, secuestradores, pederastas etc. Etc que cada día toman más y más terreno.
Se hacen de la vista gorda
El sagazo es otro problema con el que el gobierno de la 4T se hace de la vista gorda, afortunadamente aún no llegamos la crisis ocurrida en 2019, sin embargo, esta alga está llegando de poco a poco a las hermosas playas de Caribe mexicano que tanto presumimos.
La verdad es que da coraje escuchar al Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando asegura que no hay sargazo y está todo controlado, siendo que los habitantes de Cancún y Riviera Maya han dado testimonio. Esto trae como resultado que los trabajos que realizaba la Secretaría de Marina para abatir la llegada de la alga hayan disminuido considerablemente.
Tan solo, el pasado fin de semana se registró una llegada masiva de sargazo que afectó a 250 kilómetros de playas en Cancún, Riviera Maya, Tulum y Mahahual. Y si no me cree, de una vuelta a la cuenta de Facebook @RedSargazo de la Red de Monitoreo de Sargazo en Cancún, que muestra un mapa en donde se ve claramente en qué zonas se está concentrando, esta información es respaldada con fotos de los habitantes.
De inmediato para hoteleros esto representa un gasto adicional, en un momento en que el horno no está para bollos, porque si algo necesitan es capital de trabajo, y no otro fuga de dinero que bien se podría evitar, si las autoridades hicieran lo suyo.
Lamentablemente el Covid-19, nos arrebató al arquitecto y hotelero Carlos Gosselin, que encabezaba esfuerzos para controlar el sargazo, por lo que ahora otro empresario tendrá que arremangarse la camisa para hacer, lo que los gobierno no les interesa resolver.