Tras conocer los resultados de la contienda electoral del pasado 6 de junio en estados con vocación turística, surgen diferentes cuestionamientos sobre cómo fue que el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados arrasaron contundentemente.
Aquí hemos dado cuenta del impacto negativo que ha tenido la industria turística a raíz de la pandemia -y antes-, sin apoyos directos tanto a empresas como a los trabajadores, así como la inacción y apatía de la Secretaría de Turismo Federal y otras dependencias; y aún así, no importó, y el mapa electoral local se tiñó de guinda.
Cheque usted, Morena y sus aliados se impusieron en Quintana Roo, ganando 7 de los 11 municipios quintanaorrenses – que estaban en poder del PRI y PAN-, que estuvieron en juego, más uno más que ganó solo por su cuenta.
Además, Morena ganó las cuatro diputaciones federales que corresponden a los distritos de Quintana Roo, por lo que seguramente la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados de la próxima legislatura estará encabezada nuevamente por un morenista.
En la actual LXIV legislatura, la Comisión de Turismo tiene como presidente a Luis Javier Alegre de Morena, diputado por Quintana Roo. Esta comisión realizó 33 proposiciones (4 retiradas y 18 pendientes) y 41 iniciativas (17 retiradas y 15 pendientes) de las cuales solo 4 fueron aprobadas, siendo la única notable, la propuesta aprobada para “Desincorporar el Consejo de Promoción Turística de México, empresa de participación estatal mayoritaria, y ordenar su disolución y liquidación”.
Y ¿cuál es la perspectiva? como ya hemos visto seguramente la nueva comisión y su presidencia se alineará al resto de simpatizantes de la 4T, e impulsará únicamente los proyectos del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya), sin que haya otra cosa más en la agenda.
Así que, para los próximos tres años, vaya perdiendo las esperanzas de que existan fondos para la promoción turística del país, o que regrese el Consejo de Promoción Turística de México; eso créame no sucederá.
Y a nivel local, las perspectivas en los estados dependientes de la actividad turística tampoco son halagüeñas. En Baja California Sur de las 5 alcaldías en juego, PAN, PRI, PRD, PRS y PH se quedó con 2, y Morena y PT se quedó con 3, entre ellas Los Cabos y La Paz. Además de ganar la mayoría en el congreso local.
En el caso de Guerrero, aunque el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del estado, aun no concluye el cómputo de los 80 municipios, Morena tienen en la bolsa 15 alcaldías entre ellas Chilpancingo, y por supuesto Acapulco. Además de la gobernatura y el congreso local.
En Nayarit, Morena se quedó con la gubernatura además de 15 municipios en alianza con PT y PVEM (entre ellas Tepic y Bahía de Banderas), además del congreso local. Y en Sinaloa, Morena ganó 13 de los 18 gobiernos municipales (incluyendo Mazatlán) junto con partido local PAS, además de la gubernatura y la mayoría en el congreso estatal.
¿Qué le puedo decir? El voto útil, si es que hubo, no logró hacer la diferencia para el sector, aunque cabe decir que Morena tuvo menos del 50 por ciento de la mayoría de los votos en prácticamente todos los cargos de elección popular que ganó.
Mientras todo esto sucede, la industria turística sigue trabajando a marchas forzadas en espera de la ansiada recuperación. De acuerdo con el INEGI al mes de abril de 2021, llegaron al país 4.1 millones de visitantes (fronterizos y de internación) lo que representó un crecimiento del 87.8 por ciento, con respecto a igual mes del año anterior, sin embargo, aún con un 48.2 por ciento menos que en el mes de abril de 2019, año previo a la pandemia.