CIUDAD ABIERTA
Por Gustavo Armenta
El estado de Quintana Roo acaba de estrenar gobierno y, como siempre sucede en esta situación, en la víspera se genera una gran expectativa sobre quiénes integrarán el nuevo gabinete. Se hacen vaticinios, se corren apuestas, se filtran nombres en los medios de comunicación y hasta hay quien se auto promueve, regularmente sin éxito.
En el caso de esta entidad del sureste mexicano, por ser la más relevante de la industria turística nacional muchas de las adivinaciones se centran en una cartera: la Secretaría de Turismo, que en esta ocasión recayó en Bernardo Cueto Riestra, quien repitió en el cargo ya que fue nombrado en esa posición a principios del presente año por el anterior gobernador, Carlos Joaquín González.
Sin embargo, hay un cargo, que no forma parte del gabinete legal, pero que es ambicionado mucho más que una Secretaría estatal: el organismo encargado de realizar la promoción turística del estado.
Es un puesto delicado, de gran responsabilidad, donde los gobernadores y gobernadoras no pueden darse el lujo de poner a cualquiera, como a un amigo, un familiar o a un compromiso político. Se requiere a alguien con varias virtudes, pero principalmente tener conocimiento del mundo de la mercadotecnia turística y experiencia en el ramo.
Quintana Roo puede presumir que posee, como ningún otro estado, una buena cantidad de destinos de primera línea: como Cancún, Riviera Maya, Cozumel, Isla Mujeres, Holbox, Tulum, entre otros, y durante mucho años cada uno contó con un organismo propio que lo promocionaba, ajustándose al presupuesto que cada cual podía generar con el Impuesto al Hospedaje de su planta hotelera, lo cual creaba inequidad publicitaria entre ellos.
Para conjuntar una gran bolsa que financiara la promoción de todos los destinos de la entidad, hace poco más de cuatro años Carlos Joaquín creó el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), para coordinar la promoción de todos sus destinos, grandes y pequeños, poniendo énfasis en ayudar a los de menos recursos, principalmente del sur del estado.
Al frente de este organismo nombró a Darío Flota Ocampo, de larga trayectoria en el ramo.
Ahora, la nueva gobernadora, Mara Lezama, nombró como director del CPTQ a Javier Aranda Pedrero, con lo cual se decidió por la mejor opción entre los candidatos que consideró.
Un dato curioso es que hace doce años, en agosto de 2010, Javier Aranda le entregó a Darío Flota la dirección del Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya, por órdenes del entonces gobernador Félix González Canto, debido a que había sido llamado por el Gobierno Federal a la Ciudad de México para ser el director ejecutivo de Promoción del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), máximo organismo del país en esa área, mismo que fue desaparecido por la actual administración federal. Posteriormente, Javier se iría a vivir a Madrid para desempañarse como director Regional para Europa del CPTM, donde además, en 2012 fue nombrado presidente del Comité Ejecutivo de las Oficinas Nacionales Extranjeras de Turismo en España (ONETE). Hoy, es Darío Flota quien le entregó el cargo a Javier Aranda.
Conocí a Javier en Cozumel hace muchos años, cuando manejaba la promoción de esa isla y desde entonces he seguido su carrera, sin duda la más brillante del ramo en su estado y una de las más relevantes a nivel nacional. Su nombramiento al frente del CPTQ es un acierto de la nueva gobernadora, no sólo por su experiencia y conocimiento, sino porque hereda un organismo endeudado y con muchos retos qué superar. Labor nada fácil. Quizá sea por eso que Mara Lezama lo eligió.