A finales de junio pasado, el gobierno de Nuevo León, que encabeza Samuel García Sepúlveda, a través del Periódico Oficial del estado lanzó la convocatoria para conformar el primer Consejo Consultivo Ciudadano de Turismo de la entidad, y hace unos días dio a conocer los nombres de los 53 aspirantes que cumplieron con los requisitos estipulados.
Por Travel Times
De esa lista finalmente se elegirán a doce, hombres y mujeres, que durante cuatro años ocuparán los cargos de presidente, secretario ejecutivo, delegación propietaria, delegación suplemente y hasta ocho vocalías ciudadanas.
Según se explicó en la convocatoria, este grupo será un órgano de consulta para la asesoría, opinión, proposición, seguimiento y evaluación de los programas, proyectos y acciones de la actividad turística en el estado.
Para blindar a este Consejo de cualquier contaminación política, las bases estipulaban que los interesados no podían haber sido titulares de alguna dependencia del gobierno estatal, ni candidato a un puesto de elección popular, ni dirigente de algún partido político en ninguno de los tres niveles de gobierno durante los tres años previos.
Siempre será loable que un gobierno lleve a cabo este tipo de acciones, impulsando organismos independientes que coadyuven y vigilen el desempeño de las oficinas gubernamentales. La mala noticia para la ciudadanía de Nuevo León es que, históricamente, este tipo de Consejos Consultivos al tiempo se convierten en fantasmas que sólo se aparecen de vez en cuando y sin mucho peso en sus consideraciones. A las autoridades les da lustre tener este tipo de entes, aunque lo usual es que únicamente sean un adorno.
Un inicio difícil
Y no es por ser pesimistas, pero ejemplos de esta realidad hay muchos. Baste recordar dos, del más alto nivel, para darle sustancia a la duda: en septiembre de 2004, dos años antes de que terminara su sexenio, con un gran evento en Los Pinos el presidente Vicente Fox, que tenía como secretario de Turismo a Rodolfo Elizondo, creó la Comisión Intersecretarial de Turismo (CIT), con la participación de nueve secretarios de Estado, los directores de varias dependencias del gobierno y la orden de por lo menos sesionar dos veces al año. Después de esa pomposa reunión, nadie se acuerda si alguna vez volvieron a juntarse durante el gobierno foxista.
La primera sesión de la CIT se efectuó hasta marzo de 2007, encabezada ya por el nuevo presidente Felipe Calderón, quien conservó a Elizondo como titular de la Secretaría de Turismo. Cosas del surrealismo de la política nacional, en esa reunión el Jefe del Ejecutivo anunció que la CIT desaparecía y en su lugar surgía el Consejo Consultivo de Turismo (CCT), el cual sesionaría tres veces al año con el compromiso del propio Presidente de estar presente en cada una. Pero nada de esto se cumplió. Fue hasta catorce meses después, en mayo de 2008, que celebraron la primera sesión, en la que anunciaron que se reunirían solamente dos veces al año. Pero el cuento se repitió y nadie tampoco se acuerda si la CCT volvió a juntarse alguna vez.
Sin embargo, la historia no fatalmente es destino, así que demos el beneficio de la duda al gobierno de Nuevo León y esperemos que su Consejo Consultivo Ciudadano de Turismo sesione regularmente, cumpla con su cometido y no nada más sirva de ornato. Mientras tanto, habrá que estar atentos.
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