A ocho días de que el huracán Otis dejara a Acapulco en los huesos, poco a poco se ha ido aclarando el daño infringido a las viviendas, a sus pobladores, a los comercios, hoteles y demás infraestructura urbana y turística. Y lo que más queda claro es que la recuperación no será en fast track, sino a lo largo de un proceso que, han afirmado los expertos, llevará de dos a cinco años. Demasiado tiempo para una ciudad que vive prácticamente del turismo.
Tomando en cuenta la manera en que el gobierno federal actuó durante la pandemia del Covid-19, que también afectó severamente a la industria del turismo, hubiéramos esperado que de nueva cuenta centrara toda su atención en la población de menos recursos económicos, dejando que los de mayores posibilidades y los dueños de los hoteles salieran adelante con sus propios recursos, valiéndose de lo que reciban por los seguros de sus inmuebles o pidiendo créditos a la banca. O ambos.
Plan de Reconstrucción para Acapulco y Coyuca de Benítez
Pero esta vez no será así. Quizá porque se dieron cuenta de que en el caso de Acapulco todo va junto con pegado; es decir: de poco le serviría a un acapulqueño recibir apoyos personales o familiares de parte de las autoridades si no tiene dónde trabajar. De manera que esta semana el gobierno federal anunció lo que será el Plan de Reconstrucción para Acapulco y Coyuca de Benítez, que incluye los siguientes puntos:
- Apoyar a los familiares de las víctimas e intensificar la búsqueda de desaparecidos.
- A partir del lunes (6 de noviembre) adelantarán dos meses los pagos de programas del Bienestar.
- Diez mil contrataciones más en Jóvenes Construyendo el Futuro, para labores de reconstrucción con un salario mínimo.
- Duplicar el número de becas de nivel básico.
- Seis meses de prórroga en Infonavit, Fovissste, y Seguro Social.
- No se cobrará la energía eléctrica entre noviembre de 2023 y febrero de 2024.
- Canasta básica de 24 productos por semana durante tres meses a 250 mil familias damnificadas (Walmart, Soriana, Comercial Mexicana y Chedraui).
- Cada hogar recibirá ocho mil pesos mensuales para limpieza y pintura (máximos de 35 mil a 60 mil pesos).
- Entrega de cama, estufa, ventilador y vajilla por familia.
- Veinte mil créditos a la palabra de 25 mil pesos, a pagar en tres años, sin intereses, para pequeños empresarios y locatarios.
- Diez mil millones de pesos para la atención de vías públicas, servicios, escuelas, aeropuertos y demás.
- No se cobrarán impuestos (IVA, ISR y otros) desde octubre de 2023 hasta febrero de 2024.
- Cuartel de la Guardia Nacional con 250 elementos en cada colonia con más de mil viviendas.
- Nacional Financiera otorgará créditos sin intereses a pequeñas y medianas empresas.
- La Secretaría de Hacienda aportará la mitad de los intereses a los 377 hoteles de Acapulco que soliciten créditos.
- La Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes destinará 218 millones de pesos de su presupuesto para rehabilitar carreteras.
- Las obras de reconstrucción serán coordinadas por Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, y Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero.
Quizá el antecedente más parecido a lo que sucedió en Acapulco se remonte a mediados de octubre de 2005, cuando el huracán Wilma, de categoría 5 al igual que Otis, golpeó duramente en el Caribe Mexicano, principalmente a Cancún, Cozumel, Riviera Maya, Isla Mujeres y Cozumel. También los daños fueron catastróficos y el entonces el presidente Vicente Fox ofreció la siguiente ayuda a los empresarios:
- Exención de los pagos provisionales del ISR y el activo, de octubre a diciembre de 2005.
- La posibilidad de pagar hasta el siguiente año estos gravámenes del resto de 2005, en parcialidades, sin recargos y sin otorgar garantías.
- Liquidar en 2006 el IVA de octubre a diciembre de 2005, en once parcialidades.
- Deducibilidad del cien por ciento a quien invierta en activos entre octubre de 2005 y junio de 2006.
- Aportar 200 millones de pesos para la recuperación de playas, que prácticamente desaparecieron en diversas partes de los destinos afectados, sobre todo en Cancún.
- Aportar diez millones de dólares para obras de infraestructura.
- Conseguir un crédito de 500 millones de dólares con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para la rehabilitación de los hoteles.
- Apoyo de la banca comercial y la de desarrollo para que fluyan los créditos.
- Un fondo de 3 mil 400 millones de pesos de la Secretaría de Economía y Nacional Financiera, para las micro, pequeñas y medianas empresas.
- Facilidades del IMSS para el pago de cuotas, diferidas y en abonos.
- Postergación de pagos al Infonavit.
- Tres meses sin intereses con la Comisión Federal de Electricidad.
- Lanzar, a través del Consejo de Promoción Turística de México –hoy desaparecido–, una campaña emergente de imagen y promoción, con un costo de diez millones de dólares.
- Fox dejó al frente de la reconstrucción a su secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, quien se quedó dos semanas en Cancún junto con su equipo de colaboradores.
En esos días, cuando Fox se reunió en Cancún con los hoteleros de la región, les anunció que el gobierno federal pagaría la reconstrucción de las playas que Wilma había desaparecido, “y si hace falta más dinero, lo ponemos”, les dijo, recibiendo a cambio una gran ovación de los empresarios.
Al darse a conocer la semana pasada el programa de reconstrucción para Acapulco y sus alrededores, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, sostuvo que tendrá un costo de 61 mil 313 millones de pesos, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno cuenta con recursos sin límite para solventar lo que haga falta.
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