COLUMNA: CIUDAD ABIERTA
Ayer aparecieron públicamente en la Ciudad de México los expresidentes Ernesto Zedillo Ponce de León, de nuestro país, y José María Aznar, de España. Y, a juzgar por la apariencia de ambos políticos, uno podría pensar que es más fácil gobernar desde el Palacio de la Moncloa que desde Los Pinos (que en sus tiempos funcionaba como casa y despacho presidencial).
Por Gustavo Armenta
Habiendo nacido el 27 de diciembre de 1951, Zedillo tiene 72 años de edad, en tanto que Aznar está a punto de cumplir 71 años, ya que nació el 25 de febrero de 1953. Es decir, el mexicano es tan sólo catorce meses mayor que el español, pero con el cabello completamente blanco, las entradas en la frente y las arrugas, parece por lo menos diez años más viejo. Aznar, con el pelo totalmente negro y completo, la frente lisa y apenas algunas arrugas, está muy lejos de parecer un hombre de su edad. Tal vez se pinte el cabello y se haya hecho algún tratamiento estético en el rostro, no lo sé, pero definitivamente se ve mucho más joven.
Fuera de esas diferencias que en realidad no tienen mayor importancia, estos dos expresidentes sostienen muchas coincidencias relevantes. Primera, Zedillo gobernó de 1994 al año 2000, mientras que Aznar lo hizo de 1996 a 2004, así que coincidieron en el poder durante cinco años. Segunda, el mexicano perteneció al Partido Revolucionario Institucional (PRI) más derechizado de su historia (periodo que duró 18 años, desde Miguel de la Madrid hasta el propio Zedillo), y a su vez Aznar es miembro del Partido Popular (PP), de derecha. Y, tercera, ambos gobernaron sus respectivas naciones bajo las reglas de la economía de libre mercado.
Zedillo vive en Estados Unidos, así que cuando llega a venir su presencia resulta noticiosa y más cuándo el presidente Andrés Manuel López Obrador últimamente en su conferencia de prensa diaria matutina en Palacio Nacional ha hecho varias referencias a él, echándole en cara haber implementado el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) durante su mandato, el cual convirtió en deuda pública las deudas de los bancos, que seguimos pagando hasta la fecha.
El Día Actinver
Cada año, el grupo financiero Actinver, que encabeza Héctor Madero Rivero, organiza lo que llaman “El Día Actinver”, en el cual presentan a conferencistas y paneles de analistas sobre temas económicos y políticos, más algún conferencista magistral, evento estelar que ayer estuvo a cargo precisamente de Zedillo y Aznar, y por eso estaban en México.
Al saberse con anticipación que Zedillo vendría a México, López Obrador le dio la bienvenida demandándole desde Palacio Nacional que le contestara tres preguntas: “¿por qué convirtió las deudas privadas de unos cuantos, en deuda pública, el Fobaproa?; ¿por qué envió al Congreso una reforma de pensiones en la que el trabajador, al jubilarse, no va a recibir, si no se hubiese modificado (porque ya se hizo un cambio y se va a hacer otro), ni 50 por ciento de su salario?; y ¿por qué durante su gobierno no aumentó el salario mínimo sino que, al contrario, se redujo su poder de compra?”.
Tirarle este anzuelo a Zedillo no hizo sino aumentar la expectativa sobre su visita. De manera que ayer, en un abarrotado salón La Troje de la Hacienda de los Morales, lleno de empresarios y empresarias, Zedillo y Aznar dieron en dueto su conferencia magistral, moderados por el periodista Leo Zuckerman.
Pero el expresidente mexicano no se enganchó con la provocación de López Obrador e ignoró sus tres preguntas. Mas tampoco se quedó con las ganas de lanzarle algunos golpes, así que veladamente, escudándose en el sarcasmo de que se estaba refiriendo a Venezuela, Cuba o Nicaragua, lo llamó tirano, populista (“el populismo está en la parte oscura de la historia política y económica de nuestros países”, afirmó), antidemócrata, demagogo y mentiroso, entre otras cosas. También se burló: “El neoliberalismo que, aunque eso aún nadie lo ha explicado, es un término muy popular. Cada vez que algún político, que no entiende algunas cosas, quiere insultar a alguien le dice: neoliberal”, dijo.
Kevin Spacey cobra más que Zedillo y Aznar
Siempre resulta interesante escuchar a quienes alguna vez fueron jefes de Estado. No obstante, se esperaba un poco más de ambos exmandatarios. Zedillo cobra entre 50 mil y 100 mil dólares por una conferencia de estas y trabaja con la agencia Aurum Speakers Bureau. Por su parte, Azar cobra de 30 mil a 120 mil euros y está con la agencia Thinking Heads Group. Sin embargo, los dos están muy por debajo de la tarifa del actor Kevin Spacey, a quien representaba la empresa Leisure Opportunities. En mayo de 2014, el ya desaparecido Consejo de Promoción Turística de México tranquilamente le pagó medio millón de dólares por dar una conferencia en el Tianguis Turístico de Cancún-Riviera Maya. En esos días el director del CPTM era Rodolfo López Negrete y la Secretaría de Turismo estaba encabezada por Claudia Ruiz Massieu. ¡Qué tiempo aquéllos que muchos añoran!
Zedillo y Aznar comenzaron su conferencia a las 19:00 horas en punto. Y justo a las 20:00 la concluyeron. Después, simplemente se fueron en medio de los aplausos de los invitados.
