El Hotel Presidente InterContinental de Ciudad de México, en un tributo a las tradiciones mexicanas, vuelve a llenarse de color, arte y cultura para celebrar el Día de Muertos, envolviendo a sus huéspedes y visitantes en una experiencia inmersiva que exalta la esencia de esta emblemática festividad. Con instalaciones espectaculares, exposiciones de arte y una irresistible oferta gastronómica, el hotel se convierte en un destino obligado en la temporada.
Decoración monumental y un dinosaurio Wixárika
Este año, la decoración incluye una instalación monumental de flores de cempasúchil, que simbolizan el regreso de las almas al mundo terrenal, y un impresionante esqueleto de dinosaurio en tamaño real, cubierto con chaquira. Esta pieza, elaborada por comunidades Wixárika, representa la integración de culturas ancestrales en el homenaje a los que se han ido. Además, junto a la galería Arte Yawi, se presentan representaciones de Tzompantli, una tradición prehispánica que refleja la conexión entre los vivos y los muertos a través de la iconografía de los cráneos.
Obras que capturan la dualidad de la vida y la muerte
El lobby del hotel alberga una exposición en colaboración con LS/Galería, que incluye obras de renombrados artistas como Fernando Botero, Rufino Tamayo, Pedro Coronel y Francisco Toledo. A través de coloridas y abstractas representaciones, las piezas invitan a reflexionar sobre la dualidad de la vida y la muerte, temas intrínsecos en la identidad mexicana. Esta selección artística destaca la calavera como símbolo de transición entre lo efímero y lo eterno, permitiendo que los visitantes conecten emocionalmente con el arte y la cultura de México.
La dulzura del Día de Muertos en cada bocado
Para complementar la experiencia, los restaurantes Alfredo Di Roma, Au Pied de Cochon, Café Urbano, Chapulín y Lilōu ofrecen una variedad de panes de muerto que se pueden disfrutar hasta el 4 de noviembre. Entre las opciones están el tradicional con azúcar, así como versiones innovadoras con rellenos de galleta Lotus, mazapán de cacahuate, guayaba, frutos rojos con queso y hasta chocolate abuelita.
La experiencia del Día de Muertos en el Hotel Presidente InterContinental de Ciudad de México es un ejemplo de cómo la modernidad y la tradición pueden convivir, convirtiendo cada espacio en un homenaje a la vida y a la memoria de quienes han partido.