Además de ser el hogar del imponente lago Titicaca, Puno es también una ciudad llena de misticismo e historia milenaria que, cada febrero, se transforma en un escenario de color, música y devoción con la Festividad de la Virgen de la Candelaria. Este evento reúne a turistas de todo el mundo que buscan ser parte de una de las celebraciones religiosas más importantes de Sudamérica.
La Festividad de la Virgen de la Candelaria es una deslumbrante manifestación cultural que incluye danzas, concursos, pasacalles y un fervor religioso vibrante. Participan cerca de 40 000 danzantes y 200 bandas musicales. Sus raíces se remontan a la época colonial, combinando tradiciones católicas con elementos de la cosmovisión andina. Por su relevancia cultural y religiosa, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2014.
Una mágica festividad
Las celebraciones abarcan dos semanas de festiva intensidad, durante las cuales miles de danzantes inundan las calles vistiendo trajes típicos llenos de color, brillos y finos bordados. Las botas con cascabeles que acompañan sus pasos producen un sonido hipnótico, mientras el ritmo y la alegría contagian a la multitud. Estos dedicados artistas bailan durante horas en honor a la virgen, generando la admiración y el aplauso del público.
El 2 de febrero, el atrio de la Iglesia de San Juan Bautista se convierte en el punto de encuentro para la solemne procesión de la imagen de la Virgen de la Candelaria. Acompañada de música, danzas y plegarias, la virgen recorre las principales calles de Puno, mientras los fieles ofrecen oraciones y peticiones con profunda devoción.
Dos de los momentos más esperados de la festividad son los concursos de danzas autóctonas y de trajes de luces, que se realizan en un estadio local y son transmitidos a nivel nacional. El gran pasacalle, en el que participan alrededor de 200 conjuntos folclóricos de comunidades quechuas y aimaras, añade aún más color y energía a esta celebración multitudinaria.
Así, Puno se convierte en el epicentro de la festividad más grande del Perú, donde la Virgen de la Candelaria, patrona de la región, es venerada con una mezcla de fe renovada y orgullo cultural que une a generaciones.
Descubre los tesoros de Puno
Si planeas visitar Puno en febrero, prepárate para vivir una experiencia inolvidable. Aprovecha tu estadía para explorar otros destinos fascinantes, como el majestuoso lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo (3,810 m s. n. m.). No te pierdas las impresionantes islas flotantes de los Uros, donde la población local construye sus viviendas y embarcaciones con totora, una planta autóctona; la isla de Taquile, conocida por su arte textil declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; y la isla de Amantaní, donde podrás sumergirte en el turismo comunitario y conocer de cerca las costumbres de sus habitantes.
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