Una de las pésimas noticias que hemos recibido en los últimas semanas, ha sido la aparición de una nueva variante del Covid-19, que podría cambiar nuevamente las proyeciones de los sistemas de salud de todo el mundo, y darle un golpe bajo al turismo en vías de recuperación.
Por Editorial Travel Times
La variante Ómicron (B.1.1. 529) surgida en África, ha llegado a México, nos coloca en el mismo punto de partida de marzo de 2020, ya que los síntomas son diferentes al virus original, y por lo tanto, se desconoce su grado de peligrosidad y su resistencia a las vacunas.
Al momento, se han registrado su presencia en 19 países, entre los que se encuentran: Alemania, Italia, España, Portugal, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Israel, Brasil y Canadá, y ya ha llegado a Estados Unidos con los primeros casos en California.
Ante esto, el mundo vuelve a enfrentarse a la incertidumbre que generan las múltiples noticias que surgen sin ton ni son en redes sociales y medios de comunicación, y en el caso particular de México, la población se enfrenta a la inacción de las autoridades de la Secretaría de Salud, ya que aunque la 4T asegura que ha incrementado la vigilancia en los aeropuertos, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y en el Aeropuerto Internacional de Cancún, no hay ningún tipo de filtro.
Al empresariado turístico es un golpe directo al estómago, ya que las variantes de importancia como es Ómicron, obligan a los gobiernos a establecer restricciones de movilidad y confinamiento sanitario.
De entrada, 70 países (Comisión Europea, Canadá, Cuba, Brasil, Inglaterra y Estados Unidos, así como Angola, Egipto, Mauricio y Ruanda) emitieron restricciones con respecto a los vuelos provenientes del Sur de África, donde se encuentra el epicentro de la nueva variante: Zimbabwe, Botswana, Namibia, Lesotho, Eswantini, Mozambique y Malawi. Y en el caso de Japón e Israel, han cerrado sus fronteras a todos lo extranjeros sin importar su procedencia.
A pesar de la llegada de Omicron a México, la 4T descarta la posibilidad de cerrar fronteras y aplicar restricciones a visitantes extranjeros, pero aún se desconoce cuál sería el impacto en la conectividad aérea en países con restricciones, que pondrían en riesgo la recuperación de operaciones aéreas y asientos disponibles.
De acuerdo con el Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Anáhuac (Cicotur), la recuperación alcanzada hacia noviembre de 2021, para las rutas nacionales es de 85.6 por ciento en vuelos y 94.6 por ciento en asientos; y en rutas las internacionales los porcentajes de recuperación son: 86.8 por ciento en vuelos y 89.8 por ciento en asientos.
Además de los impactos directos al turismo, una de las grandes frenos sería que el mundo cayera nuevamente en una recesión económica, que en consecuencia ocasionaría que muchos planes de viajes se postergen o se cancelen.
La reciente caída de las bolsas de valores de todo el mundo del viernes 26 de noviembre, se presume que causó una pérdida de al menos dos mil millones de dólares, siendo las empresas más golpeadas las compañías de cruceros como Carnival y Royal Caribbean, así como aerolíneas como United, y hoteleras.
Aunque el lunes se registró una recuperación en el valor de las acciones, el martes 2 de diciembre, con el anuncio de el presidente ejecutivo de la farmacéutica Moderna advirtió que es poco probable que las vacunas contra Covid-19 sean tan efectivas contra la nueva variante Ómicron, las bolsas volvieron a caer. Nuevamente las empresas enlistadas del sector turismo y ocio, se vieron fuertemente afectadas por la preocupación de una posible cancelación de vacaciones programadas, por lo que el panorama vulve a enrareserse para la industria turística.
Imagen: OPS