El auge del glamping, esa atractiva combinación de glamour y camping, ha transformado la industria turística en los últimos años. Ofreciendo una experiencia única que fusiona la comodidad de un hotel de lujo con la belleza de la naturaleza, el glamping ha capturado la atención de viajeros de todo el mundo en busca de aventuras inolvidables. No obstante, mientras esta forma de alojamiento gana terreno, es imperativo analizar tanto sus beneficios como los peligros potenciales, incluyendo los riesgos de fraude y la necesidad de una regulación adecuada.
Desde lujosas tiendas en medio del desierto hasta cabañas en los árboles con todas las comodidades imaginables, el glamping ha revolucionado la industria de los viajes. Su perspectiva turística es prometedora, ya que puede atraer a viajeros dispuestos a gastar más por una experiencia auténtica e inmersiva en la naturaleza.
Sin embargo, uno de los problemas más apremiantes en la industria del glamping es el riesgo de fraudes. La falta de regulación y supervisión efectiva ha abierto la puerta a estafadores que aprovechan la popularidad de esta tendencia para engañar a los viajeros incautos. Las ofertas tentadoras y los anuncios atractivos en línea pueden llevar a las personas a reservar en lugares que no existen o que no cumplen con los estándares prometidos.
Seguridad a la naturaleza y a los huéspedes
En este contexto, la NORMA Oficial Mexicana NOM-06-TUR-2017 desempeña un papel crucial en la regulación de las actividades turísticas en México. Establece especificaciones y requisitos para la operación de campamentos y actividades de turismo de aventura. La falta de cumplimiento de esta norma puede tener graves implicaciones legales y de seguridad para los operadores de glamping en México.
Además de los fraudes, la seguridad de los huéspedes es otro riesgo importante en el glamping no regulado. Las instalaciones improvisadas pueden no cumplir con los estándares de seguridad necesarios, lo que aumenta el riesgo de accidentes. La falta de regulación ambiental también puede causar daños irreparables a áreas naturales frágiles si no se maneja de manera responsable.
Para abordar estos desafíos, es esencial que los gobiernos y las autoridades turísticas se involucren en la regulación del glamping. Esto incluye la implementación de inspecciones regulares de las instalaciones, certificaciones de seguridad y la promoción de prácticas ambientales responsables. Al establecer regulaciones claras y hacer cumplir las normas existentes, se puede proteger tanto a los turistas como a los ecosistemas que a menudo sirven de escenario para estas experiencias.
Una nueva asociación turística
En abril pasado nació la Asociación Mexicana de Glamping busca qué México sea unreferente dentro de la industria de esta actividad, pues hasta ahora este sector es liderado a nivel mundial por Estados Unidos, Canadá, Colombia y Perú.
Por ello, es de suma importancia construir una red que permita la colaboración entre propietarios, prestadores de servicios y autoridades regulatorias para elevar los estándares de esta categoría de hospedaje emergente que garantiza libertad, confort, seguridad y aventura. Deacuerdo condatos dela AMG, hay 127 glampings en toda la República Mexicana; Baja California es el estado que concentra la mayor oferta con 24, seguido de Baja California Sur con 18 y Jalisco con 11.
En resumen, el glamping representa una oportunidad emocionante para el turismo, pero su falta de regulación conlleva riesgos significativos, incluyendo fraudes y problemas de seguridad. En el caso de México, la NORMA Oficial Mexicana NOM-06-TUR-2017 debe ser un punto focal para la regulación del glamping. La seguridad de los huéspedes, la protección del entorno natural y la lucha contra el fraude deben ser prioridades. Solo a través de una regulación responsable y el cumplimiento estricto de las normativas existentes, el glamping puede seguir siendo una experiencia turística excepcional y sostenible.
También te puede interesar: