Columna: Ciudad Abierta
En octubre de 2019, poco antes de que estallara la pandemia del Covid-19, la Organización Mundial del Turismo (OMT), encabezada por Zurab Pololikashvili, publicó la segunda edición del “Informe mundial sobre las mujeres en el turismo”, amplio documento que consta de 200 páginas.
Por Gustavo Armenta
La primera edición de este Informe fue publicada en 2010, enfocándose en cinco temas principales: empleo, emprendimiento, liderazgo, educación y la comunidad. En tanto que la segunda edición se centra en analizar –tomando como base los mismos temas– cómo ha evolucionado la situación a lo largo de la década siguiente. Asimismo, “ofrece un análisis exhaustivo de la contribución del turismo a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y, en particular, al Objetivo de Desarrollo Sostenible 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.
Las conclusiones clave a las que llega este segundo informe determinan que: de las actividades económicas en general, 39 por ciento son mujeres, mientras que este porcentaje llega al 54 por ciento en el sector turístico; en la economía en general, las mujeres ganan en promedio 16.8 por ciento menos que los hombres, y en el turismo esta diferencia es de 14.7 por ciento; el 20.7 por ciento de los ministerios de los gobiernos están dirigidos por mujeres, en tanto que el 23 por ciento de los ministerios de Turismo lo encabezan mujeres.
“Las mujeres desempeñan un papel importante en el turismo. En términos globales, representan la mayoría de los trabajadores del turismo y, sin embargo, por lo general, están relegadas a posiciones de menor nivel en el sector. Aunque las mujeres a menudo son dueñas de sus propias empresas turísticas y suelen administrarlas como emprendedoras, están infrarrepresentadas en los puestos de dirección. Existe además una brecha de género en el sector turístico, ya que las mujeres ganan menos que los hombres por un trabajo equivalente”, advierte el documento.
También señala que aún es insuficiente la información disponible, ya que en todas las regiones del mundo existe una marcada necesidad de más datos, desagregados por sexo, sobre las mujeres en el turismo.
Por lo tanto, destaca que “Una investigación más a fondo del turismo y la igualdad de género a escala mundial ayudaría a identificar cuáles son las palancas que hay que accionar para asegurar que el sector contribuya positivamente a áreas clave como las de crear empleo decente, cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres y promover el emprendimiento femenino. Si se hubiera podido disponer de datos suficientes en todas las variables examinadas en este informe, habría sido posible llevar a cabo un análisis regresivo para identificar aquellas variables que tienen el mayor impacto en la igualdad de género en el turismo. Ese análisis podría utilizarse después para informar las políticas y permitir a los distintos países detectar cómo canalizar mejor sus intervenciones estratégicas en el sector”.
En el caso de México, recientemente el Gobierno Federal informó que el mercado laboral turístico es uno de los que más oportunidades de trabajo ofrecen a las mujeres. De acuerdo con los censos económicos realizados en 2019 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 49.1 por ciento de las plazas laborales turísticas estaban ocupadas por mujeres y 50.9 por ciento por hombres, casi a la par, y diez puntos porcentuales por arriba de la media mundial.
Sin embargo, en noviembre de 2013 la entonces secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, afirmaba que las mujeres ocupaban el 58.1 por ciento de los puestos turísticos, frente al 37.2 del promedio nacional. Lo cual muestra que en seis años las mujeres perdieron bastante terreno frente a los hombres en la actividad turística.
Sin duda, aún hay mucho que hacer para alcanzar la igualdad de género en la industria del turismo.