Este año, la Organización Mundial del Turismo (OMT), que encabeza el georgiano Zurab Pololikashvili, eligió a Riad, capital de Arabia Saudita, para ser sede de la celebración del Día Mundial del Turismo, que se conmemora el 27 de septiembre y que en esta ocasión tuvo como lema: “Turismo e inversiones verdes”.
Aprovechando la ocasión, ahí la OMT presentó una iniciativa titulada “El turismo abre la mente” que, según afirmaron, tiene entre sus objetivos transformar los hábitos de viaje, por lo que invita a todas las naciones, a los líderes del sector turismo y a los propios turistas de todo el mundo “a tener una mentalidad más abierta al elegir un destino de viaje”. Esta propuesta pretende que los gobiernos y el sector privado turístico promuevan “destinos nuevos e infravalorados”.
Explicaron que la industria turística global se está recuperando del daño que le causó la pandemia del Covid-19, pero al mismo tiempo los estudios que han realizado señalan que sólo una minoría de turistas busca nuevos lugares a dónde viajar, dejando ver que vacacionar en los lugares de siempre forma parte de lo que denominan “viejos hábitos”.
Dentro de las buenas noticias indicaron que el Barómetro OMT del Turismo Mundial muestra que si bien para finales del presente año las llegadas internacionales de turistas se habrán recuperado en 95 por ciento, una encuesta realizada por la firma inglesa YouGov reporta que 66 por ciento de los turistas piensan que es importante viajar a un lugar ya conocido, y algo menos del 50 por ciento se sienten incómodos en lugares que no conocen o conocen poco. En contraparte, 83 por ciento de quienes eligen nuevos destinos están de acuerdo en que volverán a sus casas con una perspectiva cambiada o más amplia.
“Los datos muestran la necesidad de iniciativas tales como “El turismo abre la mente” para alentar a los consumidores a diversificar sus hábitos de viaje, y la OMT une al sector mundial teniendo presente este objetivo. La iniciativa también tiene por objeto permitir que los funcionarios gubernamentales, los dirigentes del sector y los consumidores ayuden a mitigar el impacto del sobreturismo, fomenten el entendimiento mutuo, conserven el medio ambiente y garanticen el crecimiento equitativo del sector”, precisa la OMT.
Al respecto, Pololikashvili sostuvo que, con el fin de alcanzar una verdadera prosperidad mundial, se deben unir esfuerzos para garantizar que todos los países puedan aprovechar el potencial de una industria turística boyante.
“La iniciativa “El turismo abre la mente” extiende una invitación para que los viajeros amplíen sus horizontes y exploren los rincones desconocidos de nuestro mundo. Al hacerlo, no sólo revela la belleza de diversos destinos, sino que también fomenta la valoración de las culturas y las personas que llaman a estos lugares su hogar”, dijo.
Pero esta iniciativa no quedó en una simple invitación. En Riad se conminó a los asistentes de alto nivel –más de cincuenta ministros y ministras de Turismo de todo el mundo— a acordar un Compromiso por medio del cual se comprometen a: hacer que los destinos menos conocidos sean más acogedores y accesibles; ayudar a atender y fomentar un entorno que encomie los viajes a destinos menos conocidos; y tener una mentalidad más abierta hacia nuevas culturas y destinos.
Tal propuesta de la OMT suena interesante, tiene un aroma de sostenibilidad y sentido social. Seguramente habrá algunos sitios saturados de turistas, como Venecia o Brujas, que la aplaudan, pero la mayoría de los destinos que gastan grandes cantidades de dinero en promoción y viven en una competencia constante por captar la mayor cantidad de viajeros difícilmente harán grandes esfuerzos a este respecto. No obstante, México podrá presumir que ya desde hace años la lleva a cabo con su programa de Pueblos Mágicos y tal vez algo similar sea el camino para otros países para cumplir con esta iniciativa de la OMT, sin descuidar a sus destinos estrella.