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miércoles, mayo 8, 2024

Taxco arde y su presidente municipal de paseo por Madrid

COLUMNA: CIUDAD ABIERTA

El 11 de julio de 2011, en Ixtapa asesinaron a balazos al arquitecto Javier Serrano. Las versiones de esos días señalaron que la víctima se dirigía a la medianoche a su hotel, junto con otras tres personas, cuando al pasar por un retén establecido por delincuentes no se detuvieron al marcarles el alto. Los sicarios los persiguieron, dándoles alcance a la entrada del estacionamiento del Park Royal, donde les dispararon.

Por Gustavo Armenta

Este suceso prendió la alarma en el gobierno del estado de Guerrero, ya que hasta entonces la violencia se concentraba en Acapulco y, por el contrario, Ixtapa era un destino turístico considerado seguro, sin delitos mayores que amenazaran la tranquilidad de los pobladores y visitantes. Además, resultó que Serrano era novio de la hija de María Elena Moreira, fundadora de la organización México Unido Contra la Delincuencia. Sin embargo, las primeras investigaciones no dieron mayores resultados.

Días después, por motivos de trabajo una mañana viajé a Ixtapa y en el avión se sentó a mi lado el exgobernador del estado, Rubén Figueroa Alcocer, un político duro del PRI que en 1995 fue destituido del cargo por la matanza de Aguas Blancas, e hijo de otro exgobernador, Rubén Figueroa Figueroa, todavía más duro, secuestrado por la guerrilla de Lucio Cabañas en 1974.

Platicamos durante todo el vuelo. Era extraño verlo en Guerrero, ya que tenía años de vivir en su rancho de Veracruz. Así que le pregunté a qué iba a Ixtapa y sin problema me contó el motivo de ese viaje: el gobernador, su amigo, Ángel Heladio Aguirre Rivero, le pidió que le ayudara en la investigación del asesinato de Javier Serrano, no como policía, sino con métodos políticos.

Me explicó que el retén que habían puesto los delincuentes se encontraba a doscientos metros de un retén de policías municipales y muy cerca también de otro puesto de policías turísticos, pero “casualmente” al momento del asalto ambos destacamentos se encontraban vacíos.

“Sabemos que muchos de los policías locales están coludidos con los delincuentes y se desaparecen para dejarlos trabajar sin problemas. Seguro ellos saben quiénes mataron al arquitecto Serrano, así que nada más vengo unas horas para hablar con el presidente municipal Alejandro Bravo Abarca, y apretarle los huevos para que presione a sus policías a decir quiénes fueron. Sólo a eso vengo, yo esta tarde me regreso para Veracruz”, me dijo. Unas semanas después detuvieron a varios de los que participaron en el ataque. Y a catorce años de esa tragedia, Ixtapa se ha mantenido como un lugar tranquilo.

Sin embargo, en todo este tiempo el crimen organizado se fue apoderando de Acapulco, violencia que ahora se extendió a Taxco, donde en las últimas semanas se han registrado la quema de vehículos de transporte público y el asesinato de taxistas que se niegan a pagar la cuota del derecho de piso, misma situación que se da en Acapulco.

Ante la ineficacia de las autoridades, en protesta en las dos ciudades los taxistas y choferes de colectivos dejaron de dar servicio, afectando gravemente a la población local y a los turistas. El 16 de enero pasado el gobierno federal cambió al coordinador estatal de la Guardia Nacional en Guerrero, nombrando al general de Brigada Víctor Fernández Mondragón. Por su parte, la gobernadora de la entidad, Evelyn Salgado Pineda, también cambió a su secretario de Seguridad Pública, dándole ahora la responsabilidad al general Rolando Solano Rivera.

En los últimos días, tanto en Acapulco como en Taxco comenzó a normalizarse el servicio de transporte público, como resultado de que se incrementó la vigilancia de los cuerpos policiacos, pero no porque se haya resuelto el problema. Hasta el momento, el gobierno estatal no ha informado de la captura de alguno de los extorsionadores. La amenaza sigue latente y en cualquier momento puede resurgir.

Y, en medio de esta crisis de inseguridad, hace unos días el alcalde de Taxco, Mario Figueroa Mundo, en un acto de enorme irresponsabilidad viajó a Madrid para asistir a la feria turística Fitur, con el pretexto de ir a promover su ciudad. Le llovieron las críticas y tuvo que regresarse de inmediato. Sin embargo, calificó este conflicto como “un bachecito”. Por lo visto, los métodos a la antigüita funcionaban mejor que los de ahora. Hoy no tienen quien les “apriete los huevos” para que hagan bien su trabajo en lugar de irse de paseo a España sin remordimiento alguno.

gustavo.armenta@traveltimes.com.mx

Gustavo Armenta
Gustavo Armenta
Es periodista especializado en Turismo. Ha publicado en diversos medios de comunicación enfocados al Turismo. Fue encargado del departamento de Comunicación Social de la SECTUR.

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