Hace unos días el Gobierno de la 4T, a través del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell confirmó la llegada de la tercera ola de contagios de Covid-19 a México, y en específico, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheibaum vaticinó que en la gran capital del país llegará este temido pico en el número de contagios hacia el mes de agosto.
Fuera de las cifras oficiales, epidemiólogos como el Dr. Alejandro Macías estiman que, aunque se ha alcanzado la inmunidad de rebaño por el avance en la vacunación y el número de personas que ya contrajeron el virus, en números conservadores podrían estimarse que 12 millones de mexicanos podrían contagiarse de Covid-19 en los siguientes meses, de los cuales cerca de 1.2 millones podrían tratarse de casos graves, y cerca de 60 mil de ellos podrían fallecer.
Macías, quien trabajó en el equipo que luchó contra la Influenza AH1N1 en México, señala que a diferencia de la ola de contagios de enero de 2021 en donde los contagios fueron generalizados en todo el país, en esta ocasión los casos se focalizarán por regiones o estados.
En este sentido, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó sobre la importancia de continuar con los protocolos de higiene, sobre todo en destinos turísticos que actualmente se encuentran en la temporada alta de verano. Y mostraron preocupación sobre el alza en los casos en Baja California Sur y la Península de Yucatán que, de acuerdo con el Semáforo Epidemiológico, Quintana Roo, Yucatán y Baja California Sur están en color naranja.
La tasa de contagios en Baja California pasó de los 322 casos del 10 de julio de 2020 a los 5,373 al 10 de julio de 2021; en el caso de Yucatán, pasó de 288 casos reportados el 10 de julio de 2020 a 2,196 en la misma fecha, pero de este año; y en Quintana Roo pasó de 323 casos del 10 de julio de 2020 a 2 mil 96 casos al 10 de julio de 2021.
Aunque Guerrero está en semáforo amarillo el número de casos registrados es creciente, y ha pasado de 236 del 10 de julio de 2020, a 1,185 al 10 de julio de 2021, y un estatus similar comienzan a manifestarse en estados con vocación turística, como: Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Oaxaca.
Por el momento, solo se han realizado acciones puntuales en algunos municipios. En La Paz, Baja California autoridades municipales determinaron cerrar las playas del 8 al 15 de julio; restringieron la venta de bebidas alcohólicas; cierre de gimnasios, templos y cines; suspensión de eventos sociales, culturales y deportivos, entre otras.
En Progreso, Yucatán se determinó el cierre de malecones sábados y domingos, y playas a todos los visitantes los fines de semana. En Acapulco, Guerrero se redujo el aforo en bares, hoteles y cines al 50 por ciento; y en Culiacán, Sinaloa además de reducir el aforo en restaurantes, y se ordenó el cierre de algunos centros nocturnos.
Mientras que en Quintana Roo no se han restablecido más restricciones, pese a que trabajadores de hoteles de cadena en Quintana Roo han denunciado en redes sociales, principalmente Facebook, sobre el relajamiento de las medidas de prevención y el volumen de contagios entre empleados. Exigen la intervención del líder sindical de la CROC en el estado, Martín de la Cruz, ya que los directivos de los hoteles implicados les obligan a trabajar aún con síntomas de contagio, y permiten que los turistas no usen el cubrebocas en áreas públicas.
Fuente de la gráfica: https://datos.covid-19.conacyt.mx/#COMNac
Esto aunado con los reportes que señalan que grupos de jóvenes han resultado infectados tras realizar viajes de graduación hacia la Riviera Maya y Mazatlán, debería de poner en alerta a las autoridades locales y federales, y realizar vigilancias mucho más estrictas.
En concreto, un grupo de 45 estudiantes de Bolivia que viajaron a Playa del Carmen, 26 han resultados positivos. Y otro caso más de 500 estudiantes de Puebla que viajaron también a Riviera Maya hasta el momento se han detectado 37 personas infectadas, y, por si fuera poco, recientemente otro grupo de 80 jóvenes de Durango que viajó a Cancún y Mazatlán, al menos 6 han dado positivo.
Como prestadores de servicios turísticos es primordial regresar a las buenas prácticas, y por el bien de los trabajadores y los turistas, pedir el uso de cubrebocas en áreas públicas, y reducir las concentraciones, ya que por tratar de recuperar lo perdido, se corre el riesgo de colapsar nuevamente al sector, que seguro nadie lo desea.
